martes, 22 de mayo de 2012

LA EMPERATRIZ NO ES MERKEL

Crown Fountain de Jaume Plensa. Millenium Park, Chicago.


Merkel no es ninguna emperatriz, aunque creyendo serlo conceda audiencia, a más de treinta grados, a pleno sol a bordo de un barco de recreo en Chicago.

Hubo un presidente de Francia que creyendo ser un nuevo Napoleón acabó arrinconado a la primera de cambio, era un ferviente seguidor de la supuesta emperatriz -sin amor ni sexo-. La historia se ha tragado su nombre que ya reposa en el olvido.

Y va Rajoy y acepta, y se agacha -sentado casi en genuflexión- para escuchar atentamente lo que Merkel tiene a bien decirle en esta peculiar y soleada audiencia. A todo dirá que sí, pues ni es emperador ni es rey. Que para eso ya tiene un rey que mata elefantes, si se ponen a tiro.

No queremos un presidente que diga a todo que sí.

Si nos dejan en aguas cenagosas, nos abandonan a nuestra suerte.

Suena mal, muy mal, que la supuesta emperatriz diga que en septiembre vendrá a España con unos inversores alemanes. ¿A qué vendrán? ¿A recoger migajas, a presentar OPAS a diestro y siniestro ante grupos empresariales destartalados por sus valores volatilizados en Bolsa? ¿A reírse de nuestra suerte? ¿A presentar condolencias?

A todo que sí: No.

De acuerdo, primero a pleno sol, con todo el calor, flotando, navegando sobre el río, vale...Después, eso sí, se podría haber visitado un lugar de encuentro especial, también a pleno sol, con agua juguetona, sugerente, creativo y sobre todo muy humano, muy del siglo XXI: Crown Fountain -sin salir de Chicago- un espacio que es obra de un artista de fama mundial: Jaume Plensa -nacido en Barcelona en 1955-. Uno de los grandes artistas vivos, sin ninguna duda.

Y... ¿Pensó Rajoy que ese era un buen lugar para continuar el encuentro o "audiencia"?

La respuesta la tenemos en la mente. Coincidimos todos.

Si perdemos la dignidad no nos quedará nada.

Somos el convidado de piedra en la reciente reunión del G-8; se habla de nosotros, de nuestra deuda, sin que estemos presentes.

De acuerdo en que Merkel no acepte eurobonos que acabarían esparciendo "basura" financiera por doquier e "intoxicando" a los actuales bonos alemanes; pero sí es necesario y hay que estudiar fórmulas y reformas europeas para que la deuda soberana de países como España, con posibilidades de salvación -pese a rozar lo peor- no se multiplique, hasta lo impagable, con intereses usureros -impuestos por el mercado internacional- que hacen inviable cualquier plan de ajuste, pues nunca se podrá pagar la prenda. Largo me lo fiáis.

Ni Merkel es emperatriz, ni faraona; ni Rajoy es el caballero valiente que quisiéramos.

Es un ser temeroso, sin espada ni reino, que cuando y cuanto más se le necesita huye por un garaje en el que no hay carruaje ni caballos, sólo escoltas y coches blindados.

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