martes, 12 de junio de 2012

TRANQUILOS, EL FUEGO ESTÁ CONTROLADO


"No se preocupen: La situación está controlada".


Por el humo se sabe donde están las llamas. El Gobierno español mantiene que no hay humo y por tanto, tampoco llamas. Los eufemismos y la actitud de Mariano Rajoy, el domingo 10 de junio, han avivado aún más las llamas.

Todos deseamos que el incendio devastador, como se puede ver, destruya sólo un ala del edificio -ya inevitable- y que se pueda salvar el resto. Si el fuego no pudiera ser controlado y se extendiera por todas las estancias, estaríamos perdidos.

El presidente del ejecutivo español dice que es azul cuando es negro. Mientras, el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia, acaba de echar un cubo de aceite a las llamas manifestando que España cobrará al menos un interés del 8,5% anual a la banca española que reciba fondos del rescate decidido en el Eurogrupo. Los parqués han reaccionado enseguida negativamente y bancos medianos, que podrían pedir ayudas, han registrado un retroceso en su valor.

La canciller alemana, Angela Merkel, ha dicho que las condiciones del rescate financiero español "sólo afectarán a la reestructuración bancaria, no al programa macroeconómico" y ha remarcado que "por supuesto" que habrá condiciones para "garantizar que el sector (bancario) sea oeprativo en el futuro". Merkel aún no se había pronunciado sobre el rescate europeo a la banca española.

Mirar la prima de riesgo española es mirar humo negro. Estamos rozando el 7%, el límite a partir del cual se considera que un país no puede pagar su deuda soberana.

¿Hay cortafuegos para una situación como ésta? Si nos sentencian los mercados internacionales podemos ser pasto de las llamas. Aún calmándose la eurotormenta que se ha desatado entraríamos en un bucle vicioso: Europa presta dinero a la banca española; el FROB recibe inicialmente los fondos del rescate bancario; el Estado español avala el importe del rescate; la banca necesitada recibe la inyección y se capitaliza; el Estado ve aumentado su déficit y pide ayuda a la banca española; ésta se lo presta comprando  deuda pública; nos endeudamos más; los bancos intoxicados que no puedan devolver los fondos recibidos obligarán al Estado a responder ante la Unión Europea pidiendo más ayuda para cumplir; mientras, otros bancos, por los efectos de la recesión, necesitarán también fondos para cubrir su creciente descapitalización... así hasta que no seamos capaces de mantener activo el sistema público y el financiero.

¿Es tomate o es rescate? 

No sabemos qué es peor, si huir como un cobarde por el garaje -10 de abril- o intentar tapar con eufemismos una realidad asfixiante -10 de junio-. Un momento histórico que requiere sinceridad, nunca soberbia. En ningún caso rematar con ignorancia arrogante: "Me voy a la Eurocopa tras haberse resuelto la situación".

Tú dices resuelto, yo digo agravado.

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